Soneto
Entre armas, guerra,
fuego, ira y furores
que al soberbio francés
tienen opreso,
cuando el aire es más
turbio y más espeso,
allí me aprieta el
fiero ardor de amores.
Miro el cielo, los
árboles, las flores,
y en ellos hallo mi
dolor expreso,
que en el tiempo más
frío y más avieso
nacen y reverdecen mis
temores.
Digo llorando: "¡Oh
dulce primavera,
cuándo será que a mi
esperanza vea
ver de prestar al alma
algún sosiego!"
Más temo que mi fin mi
suerte fiera
tan lejos de mi bien
quiere que sea
entre guerra y furor,
ira, armas, fuego. |