Soneto
Vos sois todo mi bien,
vois lo habéis sido;
si he dicho alguna vez,
señora mía,
que habéis sido mi mal,
no lo entendía:
hablaba con pasión o
sin sentido.
Yo soy todo mi mal, yo
lo he querido;
de mí viene, en mí
nace, en mí se cría;
tan satisfecha de él mi
fantasía,
que el mal no piensa
haber bien merecido.
Vos fuisteis, vos
seréis mi buena suerte;
si el mal desvarïar me
hace al cuanto,
esta es mi voluntad
libre y postrera.
Pues si, con verme al
punto de la muerte,
por ser por vos el mal
lo tengo en tanto,
¡ved que hiciera el
bien si lo tuviera! |